07 enero, 2008

Hacia lo más profundo


Debajo de la plataforma de madera del Muelle Barón...
en lo más recóndito del planeta
donde ni siquiera un filtro de luz puede llegar...


Cuántos lugares así hay en nuestro ser,
un poco abiertos,
pero suficientemente cerrados para que nadie pueda entrar

y conocer la más íntima lágrima, o el más íntimo anhelo.

Tantas caretas y escudos...
que ganas de escapar!!!!
de ser libre,
y de experimentar una plena y duradera felicidad.


Yo pude SER realmente libre y feliz
cuando le permití a Jesús entrar
he iluminar la oscuridad de mi corazón.

Y tú?...


1 comentario:

Hilda dijo...

Hay áreas tan escondidas que no nos atrevemos a abrirlas, menos descubrirlas. Pero gracias a Dios y a la ayuda del Espíritu Santo que es posible detectarlas.

Que Dios te bendiga y me encantó tu comentario en mi blog, gracias


Besitos